martes, 7 de junio de 2011

Ayuda para Bárbaro, por favor :(

No quiero que esto se convierta en un blog de difusión y ayuda animal. Pero hoy os pido de verdad que ayudéis si podéis al caballo de una amiga. Bárbaro es el precioso frisón de las fotos. Hace poco superó un cólico muy complicado (el cólico es una enfermedad bastante grave que afecta a los equinos y que puede ser mortal), pero le han quedado secuelas debido a toxinas en el torrente sanguíneo. Ahora su dueña tiene que pagar un tratamiento para recuperarle los riñones y curarle el enfosamiento (separación entre el casco y la extremidad y que causa horribles dolores al caballo) de los cuatro cascos, que ya tiene necrosados. Como comprenderéis el tratamiento al que tienen que someter a Bárbaro es muy caro, y su dueña está desesperada. Se va a organizar un espectáculo ecuestre con pinchos y la entrada van a ser 5 euritos para juntar dinero para ayudar a pagar el veterinario. El espectáculo será en Valencia, que es donde se encuentran caballo y amazona. Los que no podáis ir podéis ayudar con unos donativos a la cuenta 0182 0559 41 0201604541. Ambos os lo agradecerán eternamente.
Gracias!!!



Este es el lamentable estado en el que se encuentra ahora... Mucho más delgado porque no quiere comer, las marcas blancas de las patas, la grupa y la cabeza son golpes que se ha dado, y sus cuatro cascos vendados por la laminitis.

No parece el mismo caballo, ¿verdad? ¡Entre todos podemos hacer que vuelva a ser el mismo de antes!

jueves, 2 de junio de 2011

Cuando Alá decidió crear al caballo llamó al Viento del Sur y le dijo: "De ti formaré un nuevo ser que llevará mi honor", y el Viento respondió: "Señor, hazlo así". Tomó entonces Alá un puñado del Viento del Sur y dándole su aliento creó al caballo, y le dijo: "Tu nombre será Árabe, y asociaré felicidad y bondad con el ondular de tus crines. Podrás volar sin tener alas y vencer sin tener espada. Pondré hombres sobre tu lomo, que me honrarán. Haré que sientas entrañable amor por tu dueño y que éste se enorgullezca de ti. Te doy preferencia sobre todos los animales". Entonces colocó en el caballo la señal de la gloria y la felicidad: un lucero blanco en su frente sobre su capa color alazán.



martes, 10 de mayo de 2011

Querido amigo.


Querido amigo:
Lo he intentado todo. Matarte en mi memoria y enterrarte en lo más profundo de mi ser. Pero no puedo. Te quiero demasiado como para hacerlo. Hacer que nunca te conocí y seguir con mi patética vida. Pero no puedo. Tú no lo sabes, pero me envuelvo en cada una de tus palabras que me llenaron por dentro, algo que nunca nadie había hecho. Seguir siendo tu amiga, fingiendo que el amor que te declaro es solo fraternal. Pero no quiero.
No tengo nada de nada. Porque no te tengo a ti. Y no te sientas culpable, nadie lo es, ni siquiera yo. Por algo esto debe estar pasando. Quizás es una lección de la vida. Y vaya lección. Sufrir dos veces por lo mismo, ya no es lo mismo.
La noche que me dijiste, que me aclaraste que me querías, pero no de la forma en la que yo, en ese momento sentí como mi alma se desprendía de mi cuerpo y se trasladaba a donde yo no la pudiera encontrar. Cada palabra la tengo grabada.
Pero cada día de mi existencia es más difícil, sabiendo que ahora me quedé completamente sola, sin una sola esperanza de ser amada. Porque nunca lo he sido.
A veces maldigo tu existencia; otras alabo tu esencia. Porque por ti se me están acabando los pensamientos positivos y mi sentido del humor. Aunque por otro lado, me has devuelto la inspiración para escribir de nuevo con ese sentido poético y sencillamente romántico. Te agradezco por eso.
Ansío desesperadamente tocarte por primera vez, conocer tu mirada, que la siento cada vez que despierto y visualizarte de una vez, por todas, porque por primera vez, mi amor por ti es ciego. No me importa como seas físicamente, aún así te voy amar sobre todas las cosas.
Cada día que no hablo contigo es un suplicio. Me pregunto a todas horas que estarás haciendo en ese preciso momento.
Solo quiero que sepas, que mientras estés presente en mi mente, trataré de borrarte para que todo vuelva a ser como antes. Te sientes incómodo con esto al igual que yo. Ninguno de los dos quiere estar en medio de esta situación, y sin embargo lo estamos.
Me he resignado a que debo acostumbrarme a llorar. Ya hacía mucho tiempo que no lo hacía. Me hiciste sensible cuando me había acostumbrado a parecer que no tenía sentimientos. Me he habituado a hablar de ti todo el tiempo. Mis amigas dicen que te olvide, que no vales la pena, cuando en realidad, sé que en el fondo que al final de toda oscuridad siempre hay una luz. ¿Sabes qué? Tú eres esa luz, que se apaga a ratos, las veces que sufro por ti.
Quiero dejar de escribir, pero es que, o no puedo, o simplemente no quiero.
Eres lo más cercano a la perfección que he tenido enfrente. Eres lo más bello que me ha pasado en mi vida hasta ahora, mi pasadizo secreto hasta mi verdadero yo. No espero ser tu amor, pero estoy orgullosa que tú seas el mío.
Me enseñaste a no reprimir mis sentimientos, aunque no te diste cuenta. Y te doy las gracias, aunque, cuando te las dé, no tengas ni la más mínima idea del por qué.
En otro de mis intentos por olvidarte, he tratado de fijarme en otras personas, pensando que tú no eres el correcto y que mi otra mitad está en otro lado. Pero eso para mí sería como ignorar tu existencia.
Créeme, no es nada sencillo arrancarte de mis pensamientos. Te volverías un recuerdo. Y no quiero que seas eso.
No espero que con esto de repente empieces a sentir algo por mi, que vayas a buscarme y decirme que me amas. No. Sólo quiero que sepas todas estas cosas, algunas con una pizca de locura y otras derramándose en cursilería.
Estaré en tus sueños, aquella pequeña estrella que brillará en el cielo, esa seré yo.
Te quiere,
tu amiga.

lunes, 9 de mayo de 2011

Mi primera vez.

Siempre he querido hacer un blog. Tal vez porque es difícil hablar de lo que sientes con las personas que te rodean y es más fácil escribírselo al mundo. Sin embargo siempre decía “lo haré mañana” o “el lunes empiezo”, y nunca llegaba el día de hacerlo. Pero creo que llegó el momento. Si no lo hago hoy, no lo haré nunca.